AYÚDANOS A MEJORAR LA SALUD FÍSICA Y EMOCIONAL DE LAS FAMILIAS REFUGIADAS ACOGIDAS EN SAN JUAN DE DIOS
El actual contexto de pandemia hace todavía más importante poder realizar un correcto acompañamiento que ayude a prevenir contagios y hacer un seguimiento adecuado de aquellas personas refugiadas que puedan contagiarse con la enfermedad.
Por ello, en CAPRABO queremos colaborar con SAN JUAN DE DIOS y con tu ayuda, a través del programa Céntimos Solidarios, garantizaremos la integración y la atención psicológica a las familias acogidas en Cataluña.
Una campaña de
310
Beneficiarios directos
Aquellas personas que de forma natural han sido beneficiadas por las acciones desarrolladas en la campaña.
5500
Beneficiarios indirectos
Aquellas personas identificables que reciben un efecto potencial de las acciones desarrolladas en la campaña.
El desplazamiento forzado de personas no para de crecer en todo el mundo. Por ello, desde diciembre de 2017, San Juan de Dios acoge en su Hogar-residencia de Manresa a familias refugiadas llegadas de países donde su vida corría peligro, como por ejemplo Venezuela, Siria o Afganistán.
San Juan de Dios acompaña a las familias refugiadas para facilitar su integración: la escolarización de los menores, regularización administrativa, aprendizaje del idioma para los adultos, etc. A nivel sanitario, el servicio de enfermería es el nexo entre las personas acogidas y el sistema de salud universal catalán, de forma que se las informa sobre su funcionamiento para que puedan hacer un buen uso del mismo y de manera autónoma en el futuro. Este servicio también da respuesta a las situaciones diarias que se dan en el Hogar-residencia y que requieren atención de primeros auxilios como caídas, desmayos o fiebre ocasional. Contar con personal sanitario “in-situ” asegura una atención de urgencia efectiva y una derivación óptima (si fuera necesaria) al centro sanitario requerido.
Al mismo tiempo, este proyecto contempla la dimensión mental y emocional de las personas acogidas en el Hogar-residencia. Muchas de ellas tienen secuelas importantes por la experiencia vivida y exteriorizan, una vez se sienten seguras, todo el estrés acumulado o posibles traumas reprimidos. Por ello, es muy importante poder ofrecerles atención psicológica que ayude a detectar y tratar lo antes posible estos problemas.
Acompañar a las familias refugiadas en su integración a nuestra sociedad y garantizarles una atención adecuada a su salud física y emocional.
El proyecto ayudará a mejorar la salud física y emocional de 310 personas refugiadas, más de la mitad niños y niñas.